¿Cómo saber si tengo hemorroides?
El síntoma más frecuente de las hemorroides es la emisión de sangre roja tras la defecación bien sobre las heces o en el papel higiénico. Las hemorroides internas, si no protruyen fuera del ano, no suelen doler. Si protruyen puede percibirse un bulto habitualmente blando, de forma intermitente o permanente.
Ocasionan molestias, picor (prurito) anal o dolor. Una hemorroide interna puede provocar un cuadro agudo de dolor, especialmente si ha protruído (prolapsado) y no puede regresar al interior. Las hemorroides externas pueden “coagularse” (trombosis) adquiriendo el aspecto de un pequeño bulto duro, violáceo y muy doloroso en la parte externa del ano que puede sangrar al romperse.
Dolor al sentarme, ¿qué puede ser?
El dolor anal es uno de los motivos de consulta más frecuentes en proctología. El dolor al sentarse puede ser un síntoma de cualquiera de las afecciones anorrectales, como fisura, hemorroides, fistula, infecciones de la piel que rodea al ano, …. Sin embargo, el dolor también puede ser la única razón, sin que el paciente presente ninguna otra anomalía, y se consideran neuralgias anorrectales o proctalgia “esencial”.
El dolor al sentarse que aparece en pocas horas puede indicar que se está desarrollando una infección (absceso), sobre todo si se acompaña de fiebre o signos inflamatorios como calor, enrojecimiento o abultamiento alrededor del ano. Si el dolor coincide con la aparición de un bulto violáceo anal puede deberse a una complicación de una hemorroide (trombo hemorroidal).
El dolor anal que se agrava al sentarse, de carácter crónico, con sensación de opresión o pesadez en el recto distal o ano, incluso irradiado a la zona genital, puede ser debido a patología del suelo pélvico, o también a neuropatía pudenda (dolor neuropático relacionado con la compresión o atrapamiento del nervio).
Es importante recordar que no todo lo que duele a nivel anal son hemorroides, como con demasiada frecuencia se atribuye, por lo que debe consultarse para un diagnóstico y tratamiento oportunos. Desafortunadamente, en algunos casos, no seremos capaces de objetivar ninguna causa que lo justifique.
Tengo problemas de estreñimiento, ¿es grave?
El estreñimiento crónico es uno de los trastornos gastrointestinales más comunes. Rara vez se manifiesta como una enfermedad grave pero afecta la calidad de vida de muchas personas.
Puede ser debido a diferentes causas, como enfermedades sistémicas, fármacos o causas orgánicas a nivel del colon. Una vez descartados todos estos trastornos, se le denomina estreñimiento funcional o idiopático.
Generalmente no suelen realizarse estudios para el diagnóstico, los cuales se reservan para pacientes con otros síntomas acompañantes, cuando no responden al tratamiento médico convencional o si es grave.
Dolor al ir al baño, ¿qué puede ser?
El dolor como síntoma puede ser consecuencia de cualquiera de los múltiples procesos que se desarrollan en esta zona. Entre los más frecuentes están la fisura anal, las infecciones (abscesos y fístulas) y las complicaciones de las hemorroides.
Mientras que el absceso anal es una infección del recto o del ano que se caracteriza por tener pus en su interior y algunos de sus síntomas son fiebre, malestar general, inflamación cerca del ano..., la fístula es un túnel inflamatorio que se encuentra debajo de la piel que rodea el ano y sus síntomas son la salida de pus, irritación y molestias o dolor en la zona de alrededor del ano.
La fisura anal puede ser otra causa por la que puede haber dolor al ir al baño, ya que es una úlcera que se produce en interior del conducto anal y que provoca dolor. El tratamiento del dolor anal depende de la causa, por lo que debe consultarse para un diagnóstico preciso.
Tengo sangrado en las heces, ¿a qué se puede deber?
La emisión de sangre roja por el ano de forma aislada o junto con las heces se denomina rectorragia. Las causas más frecuentes son las hemorroides y la fisura anal y con menor frecuencia, la enfermedad inflamatoria intestinal, la diverticulosis, los pólipos y el cáncer colorrectal.
La elevada prevalencia de la rectorragia en la población general relativa con respecto a la incidencia de cáncer de colon implica que la gran mayoría de pacientes con rectorragia en la población general, presentan un riesgo muy bajo de presentar esta neoplasia. En estos casos debe consultarse al médico.
¿Cómo combatir el estreñimiento?
La gran mayoría de los pacientes estreñidos se tratan con dieta (comidas ordenadas; ingesta de fibra adecuada) se debe evitar el excesivo uso de fibras insolubles, como los cereales, que pueden ocasionar “gases” y sustituirlas por fibras solubles, como la fruta y las verduras: ingesta de líquidos; evitar ingesta excesiva de café, té o cola…
Cambios en el estilo de vida (deporte, defecación 30 minutos tras la ingesta, no diferir el estímulo defecatorio por razones sociales). El uso de laxantes, supositorios o enemas (bajo control médico) deben ser una ayuda. También es importante analizar las medicaciones habituales para retirar o sustituir las que puedan agravar el estreñimiento. Existen determinados ejercicios destinados a reforzar y rehabilitar los músculos de la defecación que pueden lograr una importante mejoría, pero solo en pacientes muy seleccionados.
¿Qué evitar si sufro de hemorroides?
El tratamiento de las hemorroides está orientado a facilitar el esfuerzo al defecar y se recomienda una dieta rica en fibra junto con ingesta abundante de agua. Si persiste el estreñimiento ha de tratarse con laxantes.
Deben evitarse las especias, principalmente las picantes, ya que pueden producir una irritación en el conducto anal. También debe evitarse el exceso de bebidas alcohólicas, por el mismo motivo.
Para facilitar la limpieza después de la deposición se recomienda el baño de asiento con agua tibia y evitar el exceso de fricción con el papel higiénico.
Las cremas y pomadas reducen el edema y la inflamación y no sirven para curar el sangrado o el prolapso. Se emplean más en episodios agudos y no deben usarse en general más de 7-10 días. Su uso prolongado puede producir dermatitis, prurito y atrofia cutánea.
¿Qué es una fisura anal? ¿Qué tipos hay?
La fisura anal es una úlcera lineal que se produce en el interior del conducto anal, muy próxima al margen anal y que provoca dolor en el ano. Su diagnóstico es sencillo y se basa en la historia clínica (antecedentes, clínica y exploración). Es un trastorno relativamente frecuente.
La mayoría de las fisuras son primarias o idiopáticas y ocurren en pacientes sanos. Se considera que es una herida producida por una mala cicatrización relacionada con déficit de vascularización local provocado por la intensa hipertonía anal (aumento de presión anal debido a la contracción involuntaria del esfínter anal interno). Pueden aparecer en relación con el estreñimiento, pero también en casos de deposiciones diarreicas.
Las fisuras secundarias son mucho menos frecuentes y se asocian a otras enfermedades digestivas o infecciosas (enfermedad de Crohn, tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual, etc).
Las fisuras también pueden clasificarse en agudas y crónicas según el tiempo de evolución y sus características.
¿Cuáles son los síntomas de la hernia inguinal?
Los pacientes que padecen hernias inguinales avanzadas presentan problema a la hora de eliminar los gases o en el momento de ir al baño. Además, la mayor parte de estos pacientes además sufren de náuseas y de vómitos.
Por su parte aquellos que están en los principios de la hernia inguinal sufren de un leve dolor en la parte del estómago que se puede acentuar en el momento que realizan algún tipo de actividad o esfuerzo.
¿Qué es una hernia de hiato?
La hernia de hiato es aquella que aparece en el músculo del diafragma (parte que separa el estómago del tórax). Las personas que sufren de una hernia de hiato padecerán de problemas relacionados con el reflujo gastroesofático ya que esta hernia permitirá que los ácidos del estómago lleguen al esófago.
Después de dar a luz tengo molestias a la hora de ir al baño ¿Debería preocuparme?
Las hemorroides en el embarazo son muy comunes, por lo que es normal que se tengan molestias cuándo se va al baño tras dar a luz. Aunque suelen desaparecer solas, el dolor se puede rebajar con el uso de un papel higiénico más suave y sin perfume y con cremas específicas para su tratamiento.
En muy pocos casos las hemorroides de mujeres embarazadas derivan en una complicación mayor, sin embargo, en caso de que haya una inflamación más elevada de lo normal, lo mejor es consultar con un médico especialista en hemorroides como el Dr. Alberto Parajó Calvo en Vigo y Ourense.