Una fístula anal es un canal o túnel que se forma entre el interior del ano y la piel cercana. Es como un pequeño pasaje que conecta estas dos áreas. Suele ser el resultado de una infección y causa molestias como dolor, picazón y secreción. Su aparición se puede deber a múltiples motivos, entre los que también se encuentran las enfermedades de transmisión sexual (ETS) tanto como desencadenantes como como factores que complican su evolución.
El Dr. Alberto Parajó, uno de los mayores expertos en el tratamiento de fístulas anales en Galicia, le cuenta en este artículo la correlación entre ETS y dicha patología. ¡Siga leyendo!
Cómo influyen las ETS en las fístulas anales
Las ETS favorecen a la formación de fístulas anales a través de diversos mecanismos:
- Infección directa. Algunas bacterias y virus asociados a las ETS pueden infectar las glándulas anales, provocando abscesos que, al drenar, originan fístulas.
- Respuesta inflamatoria. La respuesta inmunológica del organismo ante la infección puede contribuir a la formación de tejido de granulación y, eventualmente, a la formación de trayectos fistulosos.
- Debilitamiento de los tejidos. Ciertas ETS debilitan los tejidos perianales, facilitando la formación de fístulas en presencia de otros factores predisponentes.
ETS más comúnmente asociadas a fístulas anales
- Virus del Papiloma Humano. El VPH puede causar lesiones en la piel perianal y el canal anal, aumentando el riesgo de infecciones y fístulas.
- Herpes genital. Las úlceras producidas por el herpes pueden facilitar la entrada de bacterias y favorecer la formación de abscesos y fístulas.
- Gonorrea y clamidia. Estas infecciones suelen causar inflamación y estrechamiento del canal anal, lo que contribuye al desarrollo de fístulas.
- Linfogranuloma venéreo. Esta ETS puede causar inflamación de los ganglios linfáticos en la zona anal y genital, lo que puede conducir a la formación de fístulas.
Complicaciones y tratamiento de una fístula anal asociada a una ETS
La presencia de una ETS en un paciente con fístula anal puede complicar el tratamiento y aumentar el riesgo de recurrencia. Por ello, resulta fundamental identificar y tratar adecuadamente la ETS antes de abordar la cirugía de la fístula.
Los pasos, a grandes rasgos, son los siguientes:
- Antibióticos, para la infección causada por la ETS.
- Antivirales, en el caso de infecciones por virus, como el herpes.
- Cirugía para reparar la fístula. El tipo de cirugía dependerá de la complejidad de la fístula y de otros factores individuales.
Tratamiento de fístulas anales en Vigo y Ourense
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